Y ahora, banderas de Tabarnia. Por si no teníamos suficientes anhelos identitarios prendidos en los balcones, se dispara la demanda de la nueva enseña. Lo que empezó siendo una broma, un espejo caricaturesco de algunas demandas nacionalistas, una sátira que escoció a más de uno al desvelar las contradicciones y veleidades del procés. Quizá vaya siendo hora de inventar una bandera para la lucha contra el paro, la desigualdad, el coste de la vivienda o la precariedad laboral. Tal vez así la coloquemos en el centro del debate. Incluso, es probable, que consiga sumar a la mayoría de la población en una sola causa.
«Más banderas» (El Periodico, 3 de enero de 2018).