(Por Peru Erroteta) Más de 150 personas han llenado el salón de actos del «Centro de Estudios Cristianismo y Justicia» de Barcelona para escuchar Joan Botella, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de ‘Federalistes d’Esquerres’, en un acto moderado por el fotógrafo y periodista Sergi Picazo y en el que ha intervenido también el fotoperiodista Jordi Borràs. El objetivo: debatir sobre la extrema derecha en Europa, en el marco de «Los lunes de los Derechos Humanos», que organizan “Justícia i Pau”, “Mans Unides” y “Cristianisme i Justícia”.
«Más que de extrema derecha hay que hablar de extremas derechas», comenzó afirmando Joan Botella para, a continuación, diseccionar el paisaje de estos movimientos, en los que entre otras familias se pueden distinguir los terroristas a secas, pocos pero peligrosos, de los que es un exponente significativo Anders Breivik, que asesinó a 77 personas en Noruega, en julio de 2011. También están los excéntricos, supremacistas de la raza aria y más bien frikis, los fascistas, puros y duros, nostálgicos del III Reich, al estilo de Aurora Dorada, en Grecia, los nostálgicos, presentes en Cataluña, que añoran el franquismo y las glorias de la División Azul. A su juicio, tampoco faltan los «despistados», como «Estat catalá«, proclives a la simbología y juntar manzanas y peras. Punto y aparte son los movimientos como el Frente Nacional en Francia.
Botella explicó que, en algunos casos, la extrema derecha, se organiza en pequeños partidos y en otros, como es el caso de Francia y Holanda, disponen de formaciones de gran tamaño. Son más bien producto de países ricos, disponen de una base popular, con personas de bajo nivel de estudios, parados y, en general, sin antecedentes políticos. La extrema derecha está fortaleciéndose en casi toda Europa, excepto Portugal, Irlanda y España. El miedo, la crisis económica, los efectos de la globalización y la desconfianza ante la emigración son factores compartidos por las personas que tienden a simpatizar con los movimientos de extrema derecha.
El descrédito del franquismo, la orientación de izquierdas del conjunto social, la existencia de formaciones de derecha muy sólidas y la dificultad para crear nuevos partidos, son algunas de las razones que, según Botella, han dificultado el desarrollo de la extrema derecha en España.
Refiriéndose al Frente Nacional francés, el Partido de la Libertad holandés, dirigido por el xenófobo Geert Wilders, y fenómenos similares, el presidente de ‘Federalistes d’Esquerres’ apuntó que son partidos en evolución, en la medida en que han abandonado los postulados estatistas y paternalistas clásicos de la vieja extrema derecha y se están haciendo neoliberales, se han reconciliado con el judaísmo y, de alguna manera, se han apuntado a la «conexión rusa», personalizada por el presidente ruso, Vladimir Putin. Sus enemigos declarados son el Islam y la Unión Europea. El éxito de Trump y del Brexit soplan a su favor.
Ante este panorama, Joan Botella propuso no magnificar el fenómeno, limitar el acceso de la extrema derecha en las instituciones, promover políticas sociales, potenciar el debate político y reforzar el Estado de Derecho.