El lenguaje utilizado por Vidal es propio del más reprochable de los personajes de Orwell. «Tenemos vuestros datos», “sabemos que jueces jurarán fidelidad a la república catalana», «todos estáis fichados» o sea, que saben dónde vivimos cada uno de los catalanes y estarían dispuestos a utilizarlo en beneficio de la causa, por lo que dijo el juez. Muchos soberanistas compartirán la inquietud provocada por el fondo y el tono de los mítines de Vidal: no son buena publicidad para la ‘revolución de las sonrisas’ ni tarjeta aceptable para los autoproclamados exquisitos demócratas víctimas de un Estado de baja calidad democrática «Santiago Vidal, de héroe a villano parlanchín» (El Periodico, 27 de gener de 2017)