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Sara Jaurrieta y Antoni Barbarà defendieron en Granollers que ell federalismo es bueno para muchas cosas pero en salud y sanidad es imprescindible

(por Siscu Baiges) La salud y la sanidad fueron el eje del encuentro que organizó ‘Federalistes d’Esquerres’ el pasado jueves 26 de enero en Granollers en el marco del ciclo Diálogos para un Mundo Solidario, organizado por el grupo de Federalistes d’Esquerres del Vallès Oriental. Introducidos por el sociólogo Manuel Fernández expusieron sus puntos de vista Sara Jaurrieta, economista y máster en Gestión Pública, y Toni Barbarà, médico y miembro de ‘Dempeus per la Salud Pública’ y de ‘Marea Blanca Cataluña’. La sesión se celebró bajo el lema «Defensa de la salud pública. Por un modelo federal de atención a la salud».

Ambos ponentes recordaron la figura del ministro de Sanidad Ernest Lluch y su papel decisivo en la universalización de la sanidad en España. Sara Jaurrieta explicó que las Naciones Unidas han pedido que en 2030 todos los países tengan un sistema universal de atención sanitaria. «La sanidad es lo mejor que nos ha traído la democracia», afirmó y reclamó más financiación para un sistema que, a su entender, debe dar más protagonismo a la prevención y la sanidad comunitaria.

Para Sara Jaurrieta, con experiencia de gestión en entidades como la Agencia de Salud Pública de Barcelona, ​​el hospital Vall d’Hebron o el Consorcio Sanitario de Barcelona, ​​»hay que federar los servicios sociales municipales y la atención sanitaria de la Generalitat». Entiende que el sistema sanitario vigente ha quedado obsoleto por el envejecimiento de la población, que se necesitan menos recortes y más ingresos y la mejora de los sueldos de los profesionales de la salud.

Toni Barbarà inció su intervención explicando que unos días antes se había celebrado, en Barcelona, ​​la tercera reunión de la Coordinadora de Mareas Blancas de España, y lo puso como ejemplo de la necesidad que hay de afrontar juntos los problemas que afectan a las diferentes comunidades del Estado. Tanto él como Sara Jaurrieta se refirieron a los transplantes de órganos como el tipo de servicio que exige una colaboración fraternal entre los diferentes centros sanitarios españoles.

«Me siento federalista de izquierdas. El federalismo es bueno para muchas cosas pero en salud y sanidad es imprescindible», dijo Barbarà. Según él, «hay que abatir fronteras sectarias, pensar y actuar en común y escucharnos. No se puede negociar desde tu rincón con las multinacionales de la farmacia», y puso como ejemplo que los medicamentos que curan la hepatitis C tienen precios muy diferentes en función de los intereses de la empresa que los comercializa y la capacidad de negociación de los gobiernos de cada país.

Barbarà denunció que el quinquenio 2010-2015, que calificó como ‘quinquenio negro’, conllevó unos recortes que han afectado sobre todo a la atención primaria, familiar y comunitaria, han penalizado a los sectores más desfavorecidos y nos han avocado al colapso de los servicios de urgencias o a unas listas de espera escandalosas.

Reclamó unos mínimos comunes de servicios sanitarios en Europa e incluyó en este apartado la atención a las necesidades de los refugiados que han llegado al continente en los últimos tiempos. «Hay que poner la tecnología al servicio de las personas. Hace falta un sistema más humanitario, solidaridad y fraternidad. La medicina equitativa y saludable debe ser federal», concluyó.