La pregunta es obvia ¿Para qué vamos a hacer un referéndum si resulta que ya hemos pasado pantalla y estamos desconectando? Todo es tan confuso, tan incoherente que a veces pienso que estoy soñando
A pesar que uno ya es viejo en esto de la política no deja de sorprenderse. En Cataluña los independentistas nos dicen que la historia ha corrido mucho en estos últimos tiempos. Dicen que pasaron muchas pantallas en referencia a que determinadas cosas ya no les interesan. Primero fue el estatuto y después el referéndum, que en la última campaña sólo defendió Catalunya si que es pot (CSQEP).
A los de CSQEP durante la campaña los independentistas les dijeron por activa y por pasiva que lo del referéndum estaba ya superado. Según ellos, ya estábamos en la etapa de la desconexión y creación de un nuevo estado. Después de las elecciones catalanas parecía que con el resultado (mayoría de diputados pero no de votos) volverían al tema del referéndum. Pero no fue así, saltándose sus propias afirmaciones de campaña (la CUP había dejado claro que sin mayoría de votos no había base para ir hacia la independencia) decidieron que tenían base para “desconectar de España”. Presentaron y aprobaron la famosa resolución en la que decían que no respetarían ninguna decisión que no fuera aprobada en el parlamento de Cataluña y que en 18 meses tendrían listas las tres leyes de desconexión. Al aprobar la resolución, los catalanes (no sólo los independentistas) nos encontramos desconectando de todo, de España, de la comunidad europea y de las organizaciones internacionales a menos que el Parlamento de Cataluña aprobara y acordara pedir la entrada o reafirmar que se quiere permanecer en estos organismos. La resolución dice además que en dos meses a partir de que se forme gobierno, se crearán comisiones para redactar las tres leyes básicas de desconexión y cuando, in extremis, consiguieron formar gobierno dijeron que este sería su programa de gobierno. En 18 meses se comprometieron a tener las famosas leyes de desconexión. Y ahora estamos en ese trámite parlamentario. Y mientras nos decían que esto va muy en serio y estamos desconectando por otra parte nos encontramos con que:
1.- Acatan las sentencias del tribunal constitucional y presentan recursos al mismo contradiciendo lo que dice la declaración del Parlament.
2.- Presentan candidaturas a la elecciones al Parlamento de España (exceptuando la CUP que en esto ha sido más coherente) y van al congreso de los diputados en Madrid. Lo justifican diciendo que sólo van para pactar la independencia y cuando llega la sesión de investidura dicen que ellos podrían abstenerse siempre que el candidato se comprometiera con el referéndum catalán, el que estaba fuera de pantalla, el que ya no reivindican ni en el Parlament ni el gobierno de Cataluña.
La pregunta es obvia ¿Para qué vamos a hacer un referéndum si resulta que ya hemos pasado pantalla y estamos desconectando? Todo es tan confuso, tan incoherente que a veces pienso que estoy soñando.
Continuo pensando que lo mejor sería trabajar para una España federal, algo que serviría también para apoyar la opción federal europea. Porque desear el federalismo en Europa, como repite Oriol Junqueras, y despreciarlo en España es dejar pasar la oportunidad de educar a la gente en la idea federal.