EditorialNotas de prensaOpinión

Editorial Federalistes d’Esquerres, 29 de febrero de 2016.- Hay que avanzar activamente hacia una mayoría de gobierno con un proyecto compartido, que además de gobernar en una dirección progresista, ponga los fundamentos de una profunda reforma constitucional en clave federal y europeísta. Si ahora no se emprenden los primeros pasos de una reforma de la Constitución para un mejor funcionamiento de nuestras instituciones democráticas, en clave de reconocimiento de las realidades diversas y de tratamiento respetuoso de esta diversidad, habremos perdido una oportunidad histórica

Estamos a las puertas de la sesión de investidura del nuevo Presidente del Gobierno, que querríamos que fuese un momento de esperanza democrática. El proyecto tímidamente mayoritario (pero lejos de la mayoría absoluta) que encabeza Pedro Sánchez plantea propuestas de reformas institucionales, algunas largamente esperadas, pero no encara la transformación constitucional que podíamos esperar.

Los problemas de España, hoy, requieren algunas reformas en profundidad. El paro, la corrupción, la cuestión catalana, la garantía de los derechos sociales, la decencia del sistema electoral, la independencia del poder judicial o las restricciones de soberanía (derivadas de la condición de miembros de la UE) obligan a revisar normas constitucionales. No es una cuestión de si se quiere o no se quiere, de sí es fácil o difícil, de si hay o no una mayoría: es una cuestión completamente fáctica. Si no se abordan estas cosas, no se está resolviendo ninguno de los problemas que nos han conducido a la situación crítica que vivimos como sociedad.

Se equivoca quién interprete la actual “quietud social” como desinterés o como bienestar generalizado: la opinión pública está a la espera; benévolamente, se quiere que el ciclo institucional llegue a su última etapa, el debate y votación en el Congreso de los Diputados. Las actitudes especulativas del PP o de los independentistas catalanes muestran impotencia e incapacidad de actuar; pero la opción tremendista, de “salimos adelante sin mayoría, no se atreverán a tumbarnos” no es suficiente. Hay que avanzar activamente hacia una mayoría de gobierno con un proyecto compartido, que además de gobernar en una dirección progresista, ponga los fundamentos de una profunda reforma constitucional en clave federal y europeísta.

Muchos federalistas lo son por convicción ideal; otros lo son por aceptación resignada de la realidad. Si ahora no se emprenden los primeros pasos de una reforma de la Constitución para un mejor funcionamiento de nuestras instituciones democráticas, en clave de reconocimiento de las realidades diversas y de tratamiento respetuoso de esta diversidad, habremos perdido una oportunidad histórica. El mundo evoluciona en una dirección federal. Pero lo hace con dificultad. Tenemos que acelerar esta evolución. Y esta es una oportunidad histórica para hacerlo.

Federalistes d’Esquerres, 29 de febrero de 2016