¿Defender a los refugiados hace perder votos? Cuando alguien como Merkel se atreve, su cargo corre peligro. Se levantan fronteras físicas, mentales y políticas. En muchas partes de Europa se tienden alambradas con púas, se construyen precipitadamente muros y se manifiesta hostilidad al extranjero. Europa se desliza hacia la indiferencia de los más frágiles. Las visiones pequeñas se imponen sobre las ideas humanitarias. «Fronteras físicas y mentales» (La Vanguardia, 28 de enero de 2016)