En Cataluña hay 50.000 familias que no pueden pagar los suministros básicos. La Generalitat solo ha encontrado a 3.770 que merezcan ser ayudadas por pobreza energética. la pobreza energética ha servido más a la retórica política que a los pobres. Fue uno de los argumentos de campaña de Junts pel Sí, blandiendo la tesis de que Madrid “no nos permite ni ayudar a nuestros pobres”. También fue un acicate para insistir en el argumento de la independencia, con la que reinará la equidad y la fraternidad universal. «Se buscan pobres» (El País, 31 de enero de 2016)