La Constitución necesita una remodelación tras haber perdido forma, agilidad y reflejos: se enmohecieron sus resortes, se obturaron las arterías, el colesterol malo se le puso por las nubes. Creo que un Gobierno con cualquiera de las combinaciones que excluyan al PP, puede propiciar el clima de cambio que haga posible recuperar lo que se ha perdido, incluida la reracionalización del conflicto entre Cataluña y el Gobierno del Estado. «La mejor aliada» (El País, 17 de diciembre de 2015)