lo más sensato sería analizar los resultados del 27-S y del 20-D desprovistos de anteojeras, y aceptar que no existe masa crítica en Cataluña para una ruptura unilateral ni en España para el mantenimiento del status quo. Y que sí existe una mayoría social aquí y allí que está a favor de un cambio profundo del sistema institucional y de las políticas económicas y sociales. «Lo dice la historia» (El País, 27 de diciembre de 2015)