Muchos problemas sociales requieren de una coordinación entre gobiernos cercanos a los ciudadanos en diferentes niveles. Proyectos como una renta básica universal, como las campañas y servicios de salud pública, la lucha contra la prostitución y la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo, no se pueden resolver sin coordinación jurisdiccional, es decir, sin federalismo. «Federalisme i estat del benestar al segle XXI » (Blog Esquerra sense fronteres, 14 de desembre de 2015)