Opinión

No se trata de contentar al presidente Mas. Es urgente rescatar una ciudadanía que está atenazada entre la pulsión liquidacionista y la quietista. La reforma federal es posible. No es un trabajo fácil pero quizás las elecciones ­generales del 20 de diciembre contribuyan. Si en la II República se dijo aquello de “antes una España roja que una España rota”, ahora -todos los partidos- tendrán que responder a una pregunta: ¿Antes rota que plural?

La Vanguardia, 13 de octubre de 2015

 

 

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