Para pasar de la confrontación al diálogo es necesario que ambas partes asuman dos principios: el principio de legalidad, por el que no hay diálogo posible si no se respeta la legalidad constitucional, y el principio de democracia, por el que se debe reconocer que existe en Cataluña una expresión independentista relevante que no puede ser ignorada por los demócratas. «De la confrontación al diálogo: por una Ley de Claridad para España» (El País, 23 de septiembre de 2015)