Opinión

Si existen problemas reales en el encaje de Cataluña en España, debe haber formas de resolverlos que no causen daño a los españoles y a los catalanes de forma tan gratuita, ni nos enfrenten a Europa de forma tan incomprensible y ridícula. El 27-S los electores catalanes tenemos una oportunidad para cambiar el rumbo de la deriva secesionista y no podemos desaprovecharla. «Europa y el dinero de los catalanes: la tormenta perfecta» (El País, 26 de septiembre de 2015)