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Toda falacia que se les deje pasar, acabará convirtiéndose en una creencia, en leña para el fuego de la «ilusión». Sin caer en el frentismo, los no independentistas honestos podrían compartir un cuerpo central de argumentos, la objetividad y contundencia de los que debería evitar las habituales descalificaciones y fuga de estudio

Jordi García-Petit: «Desarmats davant l’engany?» (Crónica Global 13 de agosto de 2015)