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Siscu Baiges entrevista al cineasta y fotógrafo Joan Planas, el cual está inmerso en un proyecto documental titulado «España desde el bar». Durante dos meses ha viajado por toda España y ha conversado con gente, en los bares, para saber qué piensa del país y de las relaciones entre los ciudadanos de las diferentes comunidades. Hará un libro (en libros.com) y una película. La experiencia le ha llevado a dejar de ser independentista

 

En qué consiste el proyecto?

Quería entender los conflictos que hay en España. En la película sucedía todo en un bar, por lo tanto decidí que nada mejor que recorrer toda España de bar en bar preguntando a la gente qué piensa y siente sobre España y me di cuenta que nadie antes había hecho este ejercicio. Fui a todas las Comunidades Autónomas, a las principales capitales, a entrevistar a la gente y escuchar qué dice el pueblo.

Cataluña es el eje central del libro?

No, Cataluña es una parte de las entrevistas. En las entrevistas se habla de todos los temas pilares de la sociedad: religión, monarquía, política, educación, incluso se habla de medicina. Se habla de todo lo que nos toca, sobre todo lo que les afecta a los entrevistados que he ido encontrando.

Qué ciudades has recorrido?

Empecé desde Madrid como punto central, para recorrer todo el Norte y el Sur y terminar en Barcelona. Empezar y terminar, teóricamente en los dos extremos ideológicos. Estuve unos dos meses recorriendo toda España.

Y cuántos bares?

Por norma general, iba caminando por las zonas de bares -a veces me los recomendaban- y terminaba entrevistando a la persona que me creaba interés. Son dos o tres entrevistas por ciudad y normalmente eran en bares diferentes. El proyecto no me lo he tomado como un proyecto periodístico para contrastar información, es más un proyecto desde un punto de vista más emocional y artístico. Yo intentaba tener diferentes edades, y puntos de vista. Quería tener una visión general de lo que creen los españoles, pero no decidía a priori, era más instintivo. La mayoría de gente me la he ido encontrando y les he pedido hacer la entrevista cuando los he visto en el bar.

Creo que había de todo y se puede ver en la variedad de bares, desde el más cutre al más elegante, algunos emblemáticos y otros no. Pero lo más importante no es el bar, sino lo que piensa la gente. Para mí, se podría poner el fondo negro y que sólo se vea la persona. El contexto y la realidad se puede ver con las fotos en blanco y negro como contrastes detrás los contrastes. El libro es una radiografía de los ciudadanos de España, lo que piensan y sienten.

Alguna conclusión personal?

Empecé el proyecto siendo independentista. Se pueden escuchar las primeras entrevistas que hice y se ve como discuto. Normalmente no juzgo ni doy mi opinión, pero una de las primeras entrevistas la hice con un amigo, en Madrid. Estuvimos dos horas discutiendo y yo me ponía en el debate queriendo convencerle. Poco a poco fui haciendo todo el recorrido por el norte, donde hay varios idiomas. Por ejemplo, en Galicia o Asturias dicen que se sienten abandonados, que todo se lo lleva Barcelona o Madrid, lo que en Barcelona se dice que no. Después de hacer todo este recorrido por el norte, hice una pequeña parada en Barcelona porque había la consulta soberanista y yo quería votar. Algo que si estoy a favor es de que se pueda votar para saber la opinión de la gente. Inicialmente, yo iba a votar por la independencia y cuando llegué ilusionado, haciéndonos un selfi todos, entonces me di cuenta que ya no quería la independencia.

Sólo con la mitad del trayecto que quería hacer, preguntando y escuchando cada día y hablando sobre España, llegué a la conclusión de que yo quería seguir formando parte de esta gente. Yo quería la independencia porque creía que el resto de España no quería a los catalanes, que todo lo que hiciéramos iría en contra nuestra. Sólo me encontré una entrevista en este sentido, fue excepcional y un ejemplo de que todavía nos falta comunicarnos más y explicar mejor lo que pasa.

Entonces me di cuenta que yo quería continuar aquí y cambié de opinión en este trayecto. Uno no cambia de opinión de repente. El independentismo parte muy de sentimientos y emociones, en el hecho histórico. El ser humano no está educado para reconocer que otro tiene razón. Es algo que va poco a poco. Llegar al hotel y reflexionar cada día sobre lo que te han contado. Al final me di cuenta de que lo que yo pensaba no era correcto y decidí cambiar de opinión.

Hay mucha gente que es independentista por otras razones. La mía no era por la economía. Creo que en este sector todavía hay mucho que negociar y muchas cosas que hacer antes de pedir la independencia. Pero hay gente que cree que no hay otras opciones y para otros simplemente es un tema de identidad. Dicen: Yo me considero catalán y creo que no debemos formar parte de España por nuestra historia. En este caso es muy difícil que cambien de opinión. Son diferentes maneras de ver la independencia. En mi caso, simplemente el hecho de que yo me diera cuenta que el resto de España en general no nos odiara y que no nos quisieran ir siempre en contra, me hizo cambiar de opinión.

Dejar de ser independentista en estos momentos parece ir contracorriente

Yo riego que es atípico que alguien lo diga públicamente. Lo más normal es decir «Ahora soy independentista», pero lo contrario, la gente no lo dice. Pero si miras las estadísticas, los que querían la independencia han perdido votos, por tanto, ha habido gente que también ha hecho el mismo camino que yo. Lo que pasa es que no sale. En mi caso, ha salido porque he hecho un libro y da la casualidad que mientras hacía el libro cambié de opinión. De la misma manera que haciendo entrevistas hablaba con la gente que me encontraba, creo que éticamente, moralmente tengo también de explicar lo que pienso, como me han contado a mí en los bares.

En mi caso, es un cambio de opinión sobre la independencia y da la casualidad que lo han tomado como algo increíble que se pueda cambiar de opinión y de cambios de opinión se hacen muchos. Lo que pasa es que tal vez no les ponemos a los medios de comunicación porque un cambio de opinión por sí solo no destaca. En mi caso, lo que se supone que es noticia es el libro.

Lo más extraño es que un catalán haya recorrido toda España durante dos meses con sus propios ahorros para entender qué está pasando, preguntando a la gente qué piensan y sienten sobre España. Pero parece ser que lo que destaca es el hecho de que yo haya cambiado de opinión de independentista a no independentista. Lo que debería destacar es todas las entrevistas que he hecho, qué dice la gente, no lo que digo yo. Yo soy tan importante como los que he entrevistado. Todos somos igual de importantes. Por lo tanto, creo que también hay que mirar el libro y escuchar lo que dicen y qué piensan y quizás por que razón este chico que ha hecho el libro puede haber cambiado de opinión.

Viajando se cura y independentismo?

Yo creo que no. Si se viaja con los ojos y la mente cerrados no se aprende nada. Lo que cura es preguntarse las cosas y no es que lo cure, porque no quiere decir que el independentismo sea malo. Yo, en realidad estoy a favor de que la independencia se pueda alcanzar si la mayoría lo quiere. Yo simplemente, no estoy de acuerdo en que Cataluña se independice del resto de España porque no me parece necesario.

Etiquetar las personas y las culturas crea una especie de separación, no siempre entre Cataluña y España, sino también entre otras comunidades: Los andaluces estaban hartos de que les dijeran vagos y los canarios que son Unos aplatanados y como si no fueran de España. Son prejuicios que crean crispación, seguramente porque no hay una comunicación fluida entre nosotros, entre comunidades. Nos estamos mirando unos a otros a través de los medios de comunicación y la política. Curiosamente, hay un estudio reciente que dice que en España es uno de los lugares de Europa donde más se lee la prensa y es de los lugares donde menos creen en el periodismo. Supongo que eso dice bastante de lo que debe estar pasando en estos momentos en los medios de comunicación, debido a que en España están muy politizados. A mí se me había creado el prejuicio de que nos rechazaban y que no querían el catalán y me di cuenta que en general no era así.

Lo que si hay una entrevista en la que pensé que si en aquellos momentos TV3 conecta y entrevista a aquel señor, un asturiano prominente, Cataluña ya no pediría ni hacer elecciones ni consulta, se separaría directamente y se haría independiente. Porque era una entrevista muy extrema y comentaba que los catalanes no son personas y quieren dominar el mundo, aunque reconocía que no conocía ningún catalán. Al final esto es porque con él y con otra gente no hemos sabido hacerles llegar lo que está pasando. Por ejemplo, cuando explicaba el concierto económico que tiene el País Vasco y le decía Cataluña también lo quiere, me preguntaban qué tenía el País Vasco, ¿no es lo mismo que todos? Mucha gente no lo sabe, no se les ha explicado. Cuando sienten que Cataluña quiere el control económico, dicen yo también. Cuando dices que el País Vasco ya lo tiene, dicen: entonces, ¿Todos tenemos que tenerlo, no? Hay mucho desconocimiento.

A la mayoría de los entrevistados los catalanes les encantan, aman Cataluña y les sabe mal que los catalanes se quieran ir. Pero la mayoría estaban un poco agobiados con lo que estaba pasando de la independencia, porque con ellos les llega la información de diferente manera que en Cataluña. Las otras comunidades también tienen muchos problemas y cuando les llegan los problemas de Cataluña lo ven como un problema más que no les toca hasta que de repente dicen que se van y se extrañan, Dicen, ¿por que se van?

Para mí es como una comunidad de vecinos, y uno de los pisos es Cataluña. De pronto dice: me roban el agua, el wifi, no me dejan hacer fiestas, no me dejan hacer poesías en catalán y todos los vecinos son todos malos y cuando dices ya me he hartado, me voy, los demás vecinos dicen: ¿pero por que te vas ahora? Porque no sabían nada de todo esto. No se les había dicho. Tenían otros problemas y algunos también decían que otro les robaba el agua y toda iba al vecino de arriba y todos pensaban que se hacían daño entre ellos y al final se dan cuenta que entre todos se llevan muy bien y el problema es el presidente que está quedando todo el dinero y está haciendo que entre ellos estén en conflicto. Haciendo analogía, esto podría ser el gobierno de España que lo enreda todo para que los vecinos no se aclaren. En cambio, si los vecinos hablaran entre ellos, se darían cuenta que no se roban, hay cosas que hay que arreglar y si intentamos entendernos lo arreglaremos.

En las entrevistas que he hecho había mucha gente interesada en que los explicara lo que estaba pasando, porque lo querían saber de primera mano, no a través de los medios de comunicación. Si se hiciera esto no pasaría lo que está pasando, que de pronto un vecino se quiere ir y los otros no entienden lo que está pasando.

Recibiste muchas críticas cuando el diario «El País» tituló una entrevista contigo diciendo que renunciaste al independentismo?

Sí, es curioso. Sale en El País la noticia de que he hecho el libro y lo que más destaca es el hecho de que yo he cambiado de opinión y de repente, sobre todo en Twitter recibo cantidad de insultos. Me han llegado a decir nazi. En un solo día se inventaron una serie de mentiras sobre mí: que era militante de extrema derecha, por presentar el libro en un lugar teóricamente de derechas. Yo he presentado el libro en muchos lugares, con diferentes ideologías. Si salgo en Telecinco no quiere decir que sea de Telecinco. Yo hacía mi trabajo, que es explicar y presentar mi libro. Pero los más extremistas comenzaron a crear una serie de mentiras para intentar desprestigiarme y porque la noticia pareciera una mentira, pero realmente son pocos los que anónimamente hacen esta especie de ataque.

Para mí son más importantes las otras personas que han enviado correos felicitándome por el proyecto y el trabajo que he hecho. Lo más importante es que los que lean el libro reflexionen si deberíamos escuchar un poco más a la otra parte, tanto los catalanes al resto de España como los del resto de España a los catalanes y entre comunidades. El libro habla de muchos temas y lo que piensa la gente de unas comunidades en relación a los demás. En general, se ha creado un ambiente de reflexión y por lo que me iban diciendo, muchos hablaban de libro como un trabajo interesante. Los cuatro que hacen mucho ruido, mañana buscarán otra polémica que hace que mucha gente se retire de Internet y vienen a reconocerte por detrás la labor realizada.

¿Quieres hacer proselitismo con «España desde el bar»?

Me gustaría que el libro y más adelante la película, sirviera para reflexionar. La mayoría no puede cogerse dos meses e irse por toda España a escuchar que dice la gente, por eso he hecho el libro, para que también puedan hacer el viaje con el libro.

Por cierto, yo no digo en el libro lo que yo pienso. Simplemente explico el proyecto y que te dejes llevar por las entrevistas, para la reflexión y la duda. En el libro, la que habla es la gente. Quisiera que el lector participara y también tuviera voluntad de preguntarse las cosas y de intentar entender al otro.

El siguiente paso sería hacer «Europa desde el bar»

Es interesante poder hablar en Europa y en todo el mundo. En el caso de España, el bar es muy concreto y es un elemento importante de la cultura española. Muchos usamos el bar como un lugar para hablar. En otros países, tal vez no es tan importante el bar, pero sería fantástico poder seguir el proyecto, y no sólo en un tema político, social, religioso, sino por ejemplo en relación a lo que la gente piensa del amor.

El proyecto da mucho más.

 

Vídeo de la entrevista entera

Extracto de la entrevista con Joan Planas: