El contrato social confederal en Europa basado en los estados-nación hace aguas por todas partes. El mito de la soberanía nacional hoy produce hambre, al menos en Grecia y además impide construir democracias de calidad. Avanzar en un horizonte federal evita el hambre y mejora la calidad democrática impidiendo la acumulación de áreas de poder donde no se rinde cuentas nadie