- “Cuando más baja está la temperatura más fácil es llegar a acuerdos”
- “Es un error” creer que la cuestión catalana se resolverá por sí sola
- La disyuntiva entre república y monarquía “está zanjada”; no se someterá a votación
Antes de iniciar el pasado día 6 su intervención en el CCCB para exponer la propuesta federal del PSOE, invitado por Federalistes d’Esquerres, Alfredo Pérez Rubalcaba, exsecretario general del PSOE y principal impulsor de la llamada declaración de Granada, aprobada en julio del 2013 por el partido socialista para impulsar una reforma federal de la Constitución, nos concedió una entrevista.
Pregunta.- ¿Qué opina de quienes, en el resto de España, creen que la cuestión catalana está aparcada e incluso muerta?
Alfredo Pérez Rubalcaba.- Anoche cené con unos amigos, dos de ellos periodistas, y cuando les dije que me retiraba porque tenía que madrugar para viajar a Barcelona, me preguntaron: ¿A Barcelona, a qué? A hablar de federalismo, les contesté. Anda, eso ya no interesa, olvídate, me replicaron. (Albert) Rivera dice hoy en La Vanguardia que si España fuera bien bajaría a la mitad el independentismo en Cataluña, que es expresar la misma idea desde aquí. Yo creo que es un error. Más bien al contrario: en la medida en que está más baja la temperatura más fácil será llegar a acuerdos.
P.- En esta reciente campaña electoral, ninguno de los partidos partidarios de la reforma constitucional ha puesto este objetivo encima de la mesa. Ni el PSOE, ni IU, ni Podemos, ni…
A.P.R.- Bueno, era una campaña municipal…
P.- Y autonómica, en 13 comunidades.
A.P.R.- Sí, pero cada autonomía tiene sus problemas. En Valencia, Ximo Puig no ha parado de hablar de financiación. En cada comunidad cada uno ha colocado sus problemas durante la campaña. Pero es verdad que nadie ha puesto en evidencia los problemas del conjunto, porque si hablamos de federalismo éste afecta al conjunto del sistema, y no únicamente a la relación con Cataluña, que también. Es verdad que esto se vive con diferentes intensidades. Pero que en Madrid existe la sensación de que se pinchó el suflé, que se acabó, eso es cierto. Yo, en septiembre, hice seis o siete reuniones con empresarios importantes que me llamaban aterrados porque en Cataluña tal y cual. Y ahora te llama todo el mundo pero para hablar de Podemos. Viven de susto en susto, pero el susto es distinto.
P.- ¿Cree que los cambios que se avecinan en varios parlamentos autonómicos y los que se prevén en el Congreso a finales de año van a ir en un sentido federal?
A.P.R.- Hacer predicciones políticas en España es una tarea que no recomiendo a nadie. Más que una predicción lo que voy a hacer es un un análisis. Vamos a ver: si el PP baja, y está bajando, y eso abre la oportunidad de que el PSOE gane, eso es evidente que abre la oportunidad de que haya una reforma de esta naturaleza. En la medida de que del resultado de estas últimas elecciones no resulta claro quien va a ganar las elecciones, y uno de los (dos grandes) partidos apuesta por una reforma federal, es verdad que esa idea se abre paso. Pero también lo es que el otro (el PP), cuando pasa a la oposición, suele radicalizarse más en el peor de los sentidos. Ambas cosas serían aparentemente contradictorias.
Y luego están los emergentes, que en estas cosas, como en casi todas, no se sabe muy bien lo que dicen. Es verdad que Rivera, a priori, no parece que vaya a oponerse a abrir la constitución, que no tiene un tabú en esto, Y Pablo Iglesias, tampoco, si bien éste lo que dice es que hay que decidir sobre todo, sobre esto también, y que hay que abrir un proceso constituyente, que es no decir nada. Es tanto como decir que no vas a hacer nada. No creo que ni uno ni otro se opusiesen (a una reforma federal de la Constitución), pero es verdad que ninguno tiene mucho escrito sobre el tema. Me da la impresión de que ninguno de los dos, en particular Iglesias, tiene mucho interés en entrar en este asunto.
P.- Cayo Lara, cuando expuso aquí la propuesta de IU, nos habló de una republica federal. ¿Qué diferencias y qué similitudes tienen las propuestas de IU y del PSOE en materia de reforma constitucional?
A.P. R.- La verdad es que he leído del documento de IU más los extractos periodísticos que los documentos en sí mismos. Pero creo que sí hay puntos comunes que nos permiten al menos sentarnos a hablar. Lo más importante es que ellos son partidarios de abrir la Constitución y reformarla en un sentido federal. Hablan de reforma del Senado y otras cosas parecidas. Aunque es verdad que ellos tienen un modelo de Estado federal que nunca me ha parecido muy claro: quieren hacer la Constitución de nuevo, porque si quieren que los estados pacten para hacer una constitución federal tendrán que empezar por decidir cuáles son esos estados. ¿Son las comunidades autónomas, son sólo algunas? Hay un conjunto de incógnitas que IU resuelve como sabe hacer bien: no profundizando. Me parece, no obstante, que, en principio, es el partido con el que más se podría avanzar.
P.- Cayo Lara vaticinó que el principal escollo es su modelo de republica.
A.P.R.- No va a ser, Da igual,. Me parece bien que sigan siendo republicanos, pero una Constitución requiere un pacto, un consenso y en eso no va a estar nadie más, ni siquiera Pablo Iglesias.
P.- ¿No cabe la opción de decidir en referéndum entre monarquía o república?
A.P.R.- No, esto está zanjado. Lo dice el PSOE y el 80% de los ciudadanos, a los que parece que les gusta mucho el nuevo rey. Esto ha cuajado. Todas las operaciones bipartidistas han salido mal salvo esta. No estaríamos en disposición, no me parece razonable abrir la puerta para decidir entre monarquía y república. En la medida en que la Constitución se va a votar en referéndum se votará también la forma de Estado. Lo que plantean algunos es tanto como decir: vamos a refrendar primero si somos monárquicos y republicanos y luego vamos a hacer la Constitución. Eso me parece poco sensato, entre otras cosas porque no vas a resolver el problema.
P.- ¿Tienen cabida los conciertos vasco y navarro en la nueva Constitución?
A.P.R.- El concierto está en la Constitución y no hay quien lo quite. Entre otras cosas es un derecho histórico, al menos en parte: en Navarra y en una provincia de Euskadi. Otra cosa distinta es cómo se fija el cupo (la cantidad que se debe aportar al conjunto del Estado). Esa discusión hay que hacerla, evidentemente. Y los vascos lo saben. Pero la institución del Concierto yo creo que es absolutamente constitucional
P.- ¿Pero es compatible con una estructura federal o se corresponde más bien a una confederal?
A.P.R.- Yo no soy constitucionalista, pero lo que he leído, lo que he estudiado es que federalismo es aquello que quienes se federan deciden que lo es. Hay tantos modelos como países federales. Si yo me pongo de acuerdo con usted en reconocerle un derecho histórico en mi Constitución, pues eso es federal. Siempre que eso se pacte, evidentemente. España no se constituye de nuevo. Vamos a hacer una reforma constitucional que algunas cosas las vamos a dejar por zanjadas.
P.- En Cataluña, los no federalistas arguyen: ¿con quién nos queréis federar, con Murcia? ¿O volvemos a Castilla, Galicia, Euskadi y Cataluña?
A.P.R.- Ese es el problema del debate federal que plantea IU. Yo se lo dije a ellos en el debate parlamentario: si nos empeñamos en hacer una federación en base a un conjunto de estados que se juntan, esto no tiene arreglo. Es ridículo imaginar que el Estado de Murcia se federa con el Estado de Cataluña. Esa no es una buena aproximación. Lo que hay que hacer es coger del federalismo lo que nos viene bien. En dos sentidos: funcional y político: qué tenemos que arreglar en términos funcionales y qué tenemos que arreglar en términos políticos. Y todo eso introducirlo en la Constitución.
Pero meternos a estar alturas en un Estado federar como tal, en que hay que federar estados… eso es muy poco realista. Por eso yo soy muy poco partidario de tocar el artículo dos de la Constitución. A parte de que es un embolado espectacular. Por eso el tema de la nación es algo que me plantea muchas dudas, por todo esto que estamos viendo. Se lo dije a Joan Coscubiela (ICV), que se cabreó mucho. Vamos a ver, le dije: ¿estado de Cantabria sí o no?. Y salió con que bueno…; es que en realidad… Porque es que ese es el problema.
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