Hay gente tan poco patriótica y tan poco oportuna que, en pleno proceso electoral, tienen la desfachatez de quejarse de la prótesis que les han implantado
Hay gente tan poco patriótica y tan poco oportuna que, en pleno proceso electoral, tienen la desfachatez de quejarse de la prótesis que les han implantado. Total, porque la prótesis puede estar caducada o ser defectuosa. La gente nunca está contenta.
Hay gente tan poco patriótica que habla de corrupción política y fraude empresarial en Reus. Montan un escándalo por el mero hecho de que en el hospital público Sant Joan operasen con prótesis ortopédicas defectuosas y caducadas. Luego va el juez y dice que las prótesis fueron compradas a la empresa Traiber después de que los médicos del centro recibieran «presiones» de altos cargos municipales de CiU.
Fueron los propios trabajadores de la catalana Traiber los que denunciaron los hechos a las autoridades sanitarias. Según los poco patrióticos empleados, «los responsables de la empresa habían cruzado todos los límites éticos y legales».
Resulta que llegó al Hospital de Sant Joan un nuevo jefe de traumatología que dejó de utilizar material de esta empresa tan catalana, porque consideraba que las prótesis de Traiber se habían quedado anticuadas y no le inspiraban mucha confianza. Menos mal que los patriotas de CiU consiguieron, según el juez, «convencer» a los médicos para que volviesen a comprar los productos levemente caducados y con precintos un poco cambiados y falsificados. Naderías. Hace bien Mas al relativizar el trabajo de los jueces malintencionados y poco patriotas.
Según malévolas informaciones, en Reus habrá que echarle una ojeada a 1.700 historiales clínicos para comprobar los que llevan implantes defectuosos. Lo mismo en otros centros hospitalarios catalanes, hasta un total de 3.500 pacientes. Se hace en un plis.
Levantar alarmismo
Dicen que a partir de que la inspección sanitaria de la Generalitat se entera del tema, pide que no se difunda la información a los medios porque no es bueno levantar alarmismo. Eso es puro patriotismo. Igualmente patriota es el conseller Homs que se quita el tema de encima con celeridad y sin rubores. A partir de ahora los protésico-renqueantes podrán visitar la embajada catalana en el Vaticano. ¿Qué más quieren?
Otro caso de dudoso patriotismo es el del concejal de la CUP David Vidal , que fue el primero en denunciar el caso Innova . Aunque la sanidad catalana ande de chanchullo en chanchullo, los patriotas tienen que hablar de otros temas. Miren la rentabilidad de la cuestión lingüística, con la que se queda muy bien y sin compromiso.
Tampoco son muy amantes del país los de Cafèambllet.com, autores de un libro sobre corrupción en la sanidad catalana. Se atreven a todo y por eso los patriotas de la Generalitat han intentado callarles. No callan.
«Pròtesis Patriòtiques caducades» (El Periódico, 17 de maig de 2015)