Con la excusa de ganar eficiencia, eliminar las barreras burocráticas, etcétera, los gobiernos de CIU (+ERC) y PP, en un matrimonio de conveniencia sin igual, se han empeñado en reducir la universidad pública. El propósito no es desmantelarla totalmente pero sí debilitarla hasta el punto que pueda dejar espacio para que prosperen las universidades privadas, las únicas que se han creado nuevas en los últimos años. «Universidad pública en demolición» (El País, 21 de abril de 2015)