Hay dos ideas que han entrado en crisis: que el anticatalanismo da votos y que Madrid es una fábrica de independentistas. Si fuese cierto, y teniendo en cuenta el empeño con que se emplean en Madrid, a estas alturas el independentismo debería sumar como mínimo el 150% del censo electoral. El CEO ha venido a certificar que desde las elecciones autonómicas de 2012, lo que se ha producido es un trasvase de votos entre CiU, ERC y la CUP, pero sin ampliar significativamente el espacio independentista. «Tristes tópicos» (El País, 28 de marzo de 2015)