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Recientemente, Vidal y un grupo de amigos se han arrogado el papel de orientadores constitucionales de una futura Cataluña independiente. Nadie se lo ha pedido, y lo que hagan en su tiempo libre esos ciudadanos no debería incumbirnos, si no fuera por el bombo que algunos medios, empezando por los públicos, le han dado a su iniciativa. «Patriotismo constitucional» (El País, 9 de marzo de 2015)