- Miquel Iceta: “Necesitamos una reforma constitucional que defina España como nación de naciones, clarifique el reparto de competencias poniendo límites a la solidaridad territorial y redefina el senado”
- Albert Rivera: “Tenemos que hacer una revisión de carácter técnico con el fin de solucionar problemas ampliamente reconocidos y que sean fruto de un diálogo sostenido entre las fuerzas políticas y la sociedad”
- Albert Miralles: “Es un error intentar resolver sólo el encaje territorial. Hay que avanzar hacia una reforma constitucional de calado que preserve el modelo social y resuelva los problemas laborales y sociales”
¿Existe un mínimo común denominador entre las fuerzas políticas que se han manifestado a favor por una reforma federal de la constitución? Miquel Iceta, primer secretario del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Albert Rivera, presidente de Ciutadans (C’s), y Albert Miralles, secretario general del PSUC viu, partido miembro de la coalición ICV-EUiA, han debatido sobre esta cuestión en el debate organizado por Federalistes d’Esquerres el pasado miércoles 11 en el Ateneu Barcelonès.
En una sala abarrotada de público y de periodistas, los tres han coincidido en la necesidad de abordar una reforma en sentido federal que incluya, entre otras cuestiones, convertir el senado en una cámara de representación territorial, pero han discrepado también en el alcance que debería tener esta reforma de la Carta Magna. Mientras Rivera se ha manifestado partidario de una revisión de carácter técnico que permita consolidar el modelo federal que, a su juicio, España ya tiene, Iceta y Miralles han sido más ambiciosos respecto a los cambios que necesita el modelo territorial para superar los actuales problemas de encaje y han abogado por un proceso constituyente de más calado.
“Después de 30 años ha quedado en evidencia que hay cosas que no acaban de funcionar. El Tribunal Constitucional dijo que con el estatuto habíamos intentado cambiar la constitución por la vía equivocada. Si este es el problema, cambiémosla y pongamos aquello que queremos”, señaló Miquel Iceta que en su intervención resumió la propuesta socialista en los términos de reconocimiento del carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico de España (como “nación de naciones”), reglas del juego claras en el sistema de repartición competencial, mantenimiento de la solidaridad pero con criterios de equidad y redefinición del senado. “En estos 30 años hemos avanzado en el autogobierno pero no en el gobierno compartido, dos cuestiones muy importantes y complementarias en un sistema federal. Las comunidades han de tener una representación directa en la gobernación del conjunto”, recalcó.
Albert Rivera comenzó su intervención dejando claro que para él lo primero es saber para qué se aborda la reforma de la constitución. “La reforma no es una varita mágica que lo arreglará todo. Nosotros somos partidarios de una revisión de carácter técnico que cierre una etapa y termine de desarrollar el modelo federal”, afirmó.
Propuso utilizar como guía para esta reforma un informe de 2005 del Consejo de Estado coordinado por el constitucionalista Francisco Rubio Llorente que condiciona la reforma de la Carta Magna “a solucionar problemas ampliamente reconocidos, que las propuestas sean fruto de un diálogo sostenido entre las fuerzas políticas y que el consenso entre ellas sea asimilable al que concitó el texto constitucional”. “Las fuerzas políticas tenemos que comenzar a trabajar en aquello que queremos cambiar para dar pie a la modificación de aquellos artículos que correspondan pero no podemos convertir la constitución en culpable de todos los males”, subrayó.
El secretario general del PSUC viu, recalcó, por su parte que en estos momentos “tenemos una oportunidad de abrir un proceso constituyente en el conjunto del Estado que solucione no sólo los problemas territoriales sino también los laborales y sociales que actualmente están enunciados pero no garantizados en la constitución”. Albert Miralles hizo hincapié que su partido comparte con el Partido Comunista de España (PCE) y con Izquierda Unida (IU) un proyecto federal de clase y republicano.
“Es un error hablar sólo de resolver el encaje territorial. Nosotros defendemos un proyecto nacional y de clase y desde este punto de vista vemos la necesidad de avanzar en una reforma constitucional de calado que preserve el modelo social” afirmó para luego recordar que la actual constitución se hizo en un proceso “de arriba hacia abajo”, concediendo a las autonomías distintos niveles de autogobierno. “Esto es lo contrario al federalismo que implica construir de abajo hacia arriba. Este pecado de origen explica muchos problemas como los de financiación o invasión de competencias”, afirmó.
Tras el debate, tomaron la palabra el exfiscal anticorrupción y miembro de Podemos, Carlos Jiménez Villarejo, el exletrado mayor del Parlament, Ismael Pitarch, el jurista Jordi Garcia-Petit, la politóloga Natalia Gimeno, el profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza, Pau Marí-Klose, y la presidenta de la Fundación Olof Palme, Anna Balletbó.
El presidente de Federalistes d’Esquerres, Manuel Cruz, fue el encargado de presentar el acto con una intervención en la que explicó que inicialmente estaba previsto que Iniciativa per Catalunya (ICV) y Unió Democràtica de Catalunya (UDC) interviniesen en el debate pero que a última hora ambas fuerzas políticas habían declinado participar.
Video del acto: