A partir de esta noche, la tarea más urgente del Gobierno de la Generalitat deberá ser restablecer el diálogo y la negociación con el Gobierno central: también a la inversa. Mañana todos deben ser iguales. Los catalanes que participen hoy en lo que creen un festival democrático —serán muchos— y los que rechacen acudir a lo que entienden como engañosa pantomima —también muchos, seguramente más—. Todos iguales. Todos respetables. «¿Cataluñas? ¡Cataluña!» (El País, 9 de noviembre de 2014)