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La Diada de 2014 es una oportunidad de contribuir a la construcción de un presente y un futuro orientados a superar la crisis económica y sus consecuencias de desigualdad y pérdida de derechos sociales. La celebración del Once de Septiembre no tiene que estar monográficamente centrada en el recuerdo del pasado sino en el proyecto de futuro de comprometer a los ciudadanos de Cataluña en recuperar la fortaleza y la credibilidad de unas instituciones de autogobierno, hoy dedicadas exclusivamente a una campaña independentista que rechazamos, y que no nos representa a todos.

La Diada de este año debería representar también un impulso colectivo para la construcción de alianzas federales de respeto a la diferencia y de solidaridad con todos los ciudadanos y ciudadanas de España y de Europa.

Este Once de Septiembre, los ciudadanos de Cataluña tendríamos que celebrar la capacidad de nuestro país para desarrollar su autogobierno en un marco de solidaridad y respeto. Durante los últimos treinta años, Cataluña ha logrado las mayores cotas de libertad y bienestar de su historia, en el marco de una España democrática y comprometida en el proceso de integración europea. No tenemos que celebrar ninguna derrota. Tenemos que proponernos colectivamente impulsar un esfuerzo continuado por la mejora de nuestras instituciones de autogobierno y por el reconocimiento de nuestra identidad y diversidad. La mejora de nuestras instituciones tiene que pasar hoy también por un compromiso contundente de lucha por un buen gobierno y contra la corrupción, que ha afectado directamente a nuestra máxima institución y que hoy ha dañado gravemente el prestigio de Cataluña.

Un futuro de progreso para Cataluña sólo será posible en el marco de una España y una Europa federales, donde los estados-nación cedan soberanía a una Unión Europea más democrática que actúe con toda su fuerza de forma coordinada para la reactivación económica, la ocupación y la cohesión social. Una Unión con una distribución clara de competencias e instancias de gobierno, dotada de una arquitectura institucional de soberanías compartidas, flexible y adaptada al mundo del siglo XXI. Tanto las políticas recentralizadoras del PP como el proyecto independentista nos alejan de este ideal en direcciones opuestas. Esto a pesar de que la mayoría de ciudadanos, pasando por alto la inmensa propaganda y presión social, prefiere opciones de carácter federal y de mejora del encaje de Cataluña dentro del marco español y europeo. Hacemos un llamamiento a esta mayoría a expresarse sin miedo y a hacer oir su voz.

Federalistes d’Esquerres lamenta particularmente que nuestro gobierno haya cancelado los actos colectivos de celebración de la construcción de un país inclusivo y no excluyente, instaurados desde el año 2003 por el gobierno de izquierdas presidido por Pasqual Maragall, que daban visibilidad a la pluralidad, diversidad y riqueza cultural de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña, y expresaban su voluntad de convivencia cívica. La nuestra es y tiene que ser una sociedad integradora, y nuestro Estatuto y nuestras leyes exigen que las instituciones así lo reflejen.

La construcción del futuro sólo se puede hacer con un respeto total a las vías democráticas, teniendo en cuenta tanto los ideales democráticos como las formas de construirlos. La celebración de una consulta no legal ni acordada, que ha sido puesta en cuestión con contundencia por cuatro letrados del Consejo de Garantías Estatutarias, y por una mayoría de expertos independientes, va en la dirección contraria de este ideal democrático.

Federalistes d’Esquerres se reafirma en la propuesta de un cambio constitucional en clave federal, que dé un marco legal a las diversidades culturales y lingüísticas, a los derechos de ciudadanía y a un reparto más eficiente y equitativo de las cargas financieras e impositivas. Nuestra propuesta está también dirigida a España, no sólo a Cataluña, porque la mayoría de problemas graves que tenemos sobre la mesa (la crisis, el paro, la precariedad, las desigualdades, la corrupción) los compartimos con el resto de ciudadanos españoles con los que nos sentimos solidarios. Hoy el proyecto independentista y el centralista están en un callejón sin salida, en frente de una mayoría que pide una alternativa sensata, viable, legal y solidaria.

Hacemos un llamamiento a nuestro Gobierno y a todos los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña a establecer puentes de diálogo y debates en profundidad sobre nuestro futuro, puesto que la democracia se construye votando legalmente entre alternativas viables, y reflexionando sobre las propuestas que puedan ser más constructivas para toda la sociedad. Esta tarea de promoción del debate público y de profundización democrática centrará la actividad de Federalistes d’Esquerres. Invitamos a toda la ciudadanía a participar, y a todas y todos los y las federalistas a sumarse y colaborar.

 

Barcelona, 9 de septiembre de 2014

 

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