En una editorial en su programa «La Ventana», el periodista catalán dice estar «harto de sentirse escrutado» en todas partes, tanto en Madrid como en Cataluña; harto de ser calificado de «independentista radical» por unos y de «españolista», o de catalán poco auténtico, por otros. «Creo que como otros muchos me veo casi como en tierra de nadie. Miro el panorama, pero me resisto a ser encuadrado en uno de los bandos. No por ninguna falsa equidistancia sino porque no me da la gana, porque es que además puedo encontrar argumentos con los que estar de acuerdo en todas partes. Y eso debería ser una ventaja, no un inconveniente», asegura.