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Parece prematuro vincular el escándalo de los Pujol con el desguace de un proceso que ya hace tiempo se escapó de las riendas de Mas y de CiU para situarse más cerca de ERC y de la Asamblea Nacional Catalana. Estaría bien que, más que regocijarse con la caída de Pujol, se empezaran a avanzar soluciones para esas cuestiones pendientes –finanzas, lengua, singularidad– que hacen que tantos catalanes se sientan incómodos. «El ‘caso Pujol’ y el proceso» (eldiario.es, 14 de agosto de 2014)