Nadie importante en la Unión desea una crisis desangrante de España. El presidente de Fran- cia no parece que tenga la más mínima intención de promover una segunda Bélgica al sur de los Pirineos, como algunos ingenuos todavía creen en Barcelona. «Jordi Pujol, ¿debe desaparecer?» (La Vanguardia, 25 de agosto de 2014).