Todo empezó con un incidente, como el atentado de Sarajevo, trágico pero de importancia limitada. Pero lo que hizo que aquel episodio derivara en resultados no queridos por nadie fue la atmósfera nacionalista que reinaba en Europa y azuzaba a la opinión pública con pasiones incontrolables. «El verano del 14» (El País, 26 de julio de 2014).