La bajada del independentismo es muy substancial en el último sondeo del CEO. En este nuevo clima han influido varios factores. Uno puede ser el despertar al abrupto final de la “unidad” del soberanismo. Pero también hay un factor de saturación, de fatiga. La ciudadanía no puede estar día y noche sin preguntarse por los resultados de la utopía o la ficción que le proponen. En dos años de movilización no hay ni un solo resultado tangible, ni grande ni mediano ni pequeño. Un Parlament que apenas legisla, un Gobierno sin otro programa que el sueño monocorde. Es muy significativo que los fugitivos del separatismo, se apuntan sobre todo al federalismo. «Pinchazo» (El País, 19 de diciembre de 2014)