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El acuerdo de investidura subscrito entre PSC y ERC ha suscitado esperanza, pero también inquietud. La polémica se da sobre todo en relación al modelo territorial que se vaya configurando y, especialmente, en cuanto a la financiación de las comunidades autónomas. Para responder a esta situación y clarificar conceptos, al mismo tiempo que para ir generando consenso entre los federalistas, la Junta de la Asociación organiza un ciclo de debates en que querría que participaran al máximo posible los socios.

El pasado sábado día 5 de octubre, en la sede de CC.OO. de Cataluña, se produjo el primero de ellos. La presidenta de la Asociación, Mireia Esteva, presentó el ciclo y los ponentes del primer coloquio, con el título Perspectivas federalistas del pacto de investidura. La presidenta presentó los dos expertos invitados para abrir el ciclo: Joan Botella Corral, catedrático emérito de Ciencia Política de la UAB y anterior presidente de FED-Uef Cataluña y Joan Rodríguez Teruel, profesor de Ciencia Política de la Universitat de València y nuevo director del CEO de la Generalitat de Cataluña.

Inicia el parlamento Joan Rodríguez, que de entrada se muestra esperanzado por el momento que estamos viviendo para el adelanto del federalismo. Se refiere primero del contexto en que surge el pacto y después se refiere directamente al contenido de aquello firmado.

En relación al contexto, destaca el momento de expectativa que se ha abierto en Cataluña. Es un momento propicio para abrir carpetas que hasta ahora estaban cerradas y opina que el talante de Salvador Isla es adecuado para hacerlo. Hace falta un cambio en las reglas del juego y la figura del nuevo presidente de la Generalitat, decidido y contenido a la vez, es adecuado en este sentido. Por otro lado, la figura de Pedro Sánchez también es favorable, por su apertura. Véase su apuesta por el federalismo, aunque sea arrastrado por la necesidad. Y da especial importancia al vínculo existente entre ambos presidentes, cosa que no se ha dado nunca en nuestra historia.

En cuanto a la opinión pública catalana, también se muestra más abierta que nunca al pacto con España y, por lo tanto, al federalismo. Las encuestas muestran cómo va decreciendo el apoyo al independentismo y crece el apoyo a la autonomía. Y un 20% se muestra explícitamente federalista. Pero hay que tener en cuenta que hay dos tipos de partidarios del federalismo; a los que lo son por convicción hay que sumar aquellos que se van decantando por el federalismo como opción pragmática ante el estancamiento y la falta de soluciones otras opciones.

 

Entrando directamente en el contenido del pacto – sigue Joan Rodríguez- este aborda cuatro elementos esenciales:
• solución al conflicto político
• financiación singular
• reconocimiento nacional, lengua, etc.
• políticas de progreso

 

El pacto nace, como todos, de las necesidades parlamentarias. Y haber cambiado el Gobierno no es el final: el objetivo es hacer frente a muchos problemas de Cataluña. En concreto, no se trata del modelo del País Vasco, puesto que no existe un concierto solidario y el tema de la financiación singular no es tan novedad como parece. Recoge elementos y argumentos ya conocidos, algunos muy recogidos en el Estatuto de Autonomía vigente, aprobados por el TC.

 

 

¿Qué principios contiene el acuerdo?

• Gestión y recaudación de los tributos por parte de la comunidad autónoma, como ya prevé la Constitución
• Agencia de recaudación única (podría ser una agencia consorciada, ya prevista en el Estatuto)
• Distribución de la financiación: aportaciones en el Estado a) por servicios y b) por solidaridad
• Principio de ordinalidad: sistema alemán, pero se puede mesurar de diferentes maneras y se puede concretar para buscar más equidad

 

Por lo tanto, toda concreción queda pendiente de negociación. En este momento habrá que tener en cuenta los peligros que compuerta, y que se han alegado, segundos como quede la realidad final:
• ¿Se podría perder eficacia en la recaudación?
• Si Cataluña mejora financieramente, ¿lo perderá el Estado?
• ¿Nos encaminamos hacia la igualdad o hacia la progresiva desigualdad?

 

Ante estas objeciones, muy plausibles, ¿qué decimos?

• Hay que partir del hecho que la situación actual no es idílica, sino penosa, a causa del 10 años de retraso en la revisión siempre necesaria del sistema. De esta situación se aprovecha la Comunidad de Madrid, porque le es favorable.
• La reducción de las desigualdades territoriales está estancada.
• Hace falta rendición de cuentas sobre los impuestos que cada comunidad autónoma establece y recauda.
• Hace falta transparencia sobre recaudación, aportaciones, etc.
• El sistema tiene que prever la negociación permanente en el contexto de una apuesta clara por la lealtad institucional.
• Podría ser una oportunidad por un mejor control de la evasión fiscal.

 

A continuación interviene Joan Botella. Los federalistas siempre decimos que no tenemos un modelo cerrado. Pero sí tenemos desde hace siglos unos principios que nos inspiran, los entes federados deben tener:
• responsabilidad
• suficiencia
• lealtad y los acuerdos tienen que ser por un tiempo limitado y siempre revisables.

 

El acuerdo ERC-PSC de entrada no va en esta dirección. Es un acuerdo entre partidos con perspectivas territoriales diferentes, cosa que explica las ambigüedades que compuerta y las cuestiones pendientes que deja. El enfoque bilateral, forzado por una ERC acobardada frente a JUNTOS, no es deseable.

¿Pero el acuerdo es un paso en la dirección del federalismo? Puede serlo. Depende de cómo se concrete. La agencia de recaudación, por ejemplo, tiene que ser conjunta del Estado con todas las comunidades autónomas o participar en su gestión puesto que necesita la información de la actividad económica completa de cualquier ciudadano o empresa, sea donde sea que desarrollen sus negocios.

A continuación, Joan Botella pone deberes a los federalistas catalanes. En primer lugar, en relación en Cataluña: desarrollar una campaña a favor de la lectura federal del acuerdo. Por motivos tácticos solo se ha divulgado una lectura no federal del acuerdo. Conviene contrarrestar esta visión y divulgar las potencialidades federales que contiene. Se ha constituido un gobierno que tenemos que considerar nuestro (incluso si hemos votado otra opción). En relación en el gobierno, tenemos que presionado en favor de una lectura federal del acuerdo y para desarrollar sus potencialidades.

En relación al resto de España, tenemos que tener una actuación para divulgar también esta visión federal de cara a los grupos con que estamos conectados. Evitar que se imponga la lectura insidiosa de que los nacionalistas se están saliendo con la suya y que el acuerdo es, en definitiva, una victoria de los nacionalistas. Tenemos que aprovechar los vínculos que hemos ido tejiendo con los federalistas españoles para hacerlos conocer nuestra posición y mirar de remar juntos en favor de una concreción federal del acuerdo.

A continuación, se ha desarrollado un amplio debate entre todos los asistentes con aportaciones expertas en algunos casos y respondiendo a inquietudes diversas, como el mito de la caja única, o la existencia de modelos de recaudación diferentes, como los Organismos de recaudación de los entes locales a través de las Diputaciones, o los de la UE.

El acto se cierra en un tono general de esperanza abierto por el acuerdo y por la configuración del nuevo gobierno.