EditorialGeneral

Con más de dos años de retraso, los responsables de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales finalmente aceptaron “FEDERAL”, el documental producido por Federalistes d’Esquerres y dirigido por Albert Solé. Para llegar a esta emisión, fue necesario contactar reiteradamente con la Corporación, presentar una reclamación al CAC y hacer una denuncia pública en una conferencia de prensa.

Pero la historia no termina aquí. Por razones que no son difíciles de imaginar, la Corporación decidió emitir el documental en las peores condiciones posibles: un sábado por la noche (el momento de menor audiencia televisiva), por el Canal 33 (el más minoritario de los canales de la Corporación), cambiando el horario anunciado, coincidiendo en parte con un partido de fútbol del FC Barcelona, con una promoción mínima, y sin ningún indicativo o “cortinilla” que diera alguna explicación a los espectadores sobre lo que estaban viendo.

No tenemos aún datos sobre qué audiencia pudo tener el programa, y desde aquí queremos expresar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que lo siguieran, íntegramente o en parte: A ellas, nuestro reconocimiento por haber logrado superar los obstáculos puestos para que el documental no se viera.

Para nosotros, esta emisión deplorable no cuenta: mantenemos nuestra reclamación, dirigida tanto a la Corporación como al CAC, de que este documental sea emitido por la televisión pública de Cataluña en condiciones comparables (canal, día y hora de emisión, promoción, organización de un debate sobre sus contenidos, etc.) a las de otros documentales políticos emitidos por TV3. Para entendernos: como si fuera un documental producido por MediaPro. La calidad cinematográfica del producto, la actualidad de su contenido y su impacto potencial en la audiencia y en la opinión pública lo avalan.

Es cierto también que probablemente sus contenidos no sean del gusto de los responsables de la Corporación, o de algunas otras esferas. Aquí ha habido una feliz coincidencia: el mismo día de la emisión se ponía en marcha el calendario que, tras las consultas realizadas por el Presidente del Parlamento, debe conducir a la realización de elecciones el próximo día 14 de febrero. Y ese debe ser un gran día: el día de la posibilidad de un cambio político que, simplemente, permita echarlos, para acabar con la manipulación de las instituciones y devolver a la ciudadanía unos medios de comunicación realmente públicos, decentes y de calidad, y que expresen la pluralidad de la sociedad catalana. Federalistes d’Esquerres, como siempre antes pero ahora con más energía, se pone a disposición de los que quieran conseguir este cambio: Cataluña lo necesita.