«Caminando hacia el otoño caliente, las extremas derecha e izquierda se armonizan. La agitación contra el poder médico y las restricciones tiene un sesgo anarcoide que fusiona el populismo antisistema de la derecha nostálgica del franquismo con las corrientes históricas del anarquismo de toda la vida. Hace un mes, en las redes sociales y en las tertulias, el valor de la salud era hegemónico; ahora lo es la libertad individual. La agitación va in crescendo a medida que las muertes de las residencias dejan paso, como tema de portada, a la agonía económica, a la gran devastación.»
Curiosa armonía (La Vanguardia, 21 de mayo de 2020)