«La dificultad catalana inminente no gira alrededor del peligro secesionista, sino en la depresión catalanista y en la degradación de la democracia y del autogobierno, provocadas ante todo por el uso de las instituciones para una causa divisiva que no llega a movilizar ni tan solo la mitad de los catalanes. Si se quiere revitalizar y mantener el autogobierno, no digamos ya ampliarlo y profundizarlo, será imprescindible reconstruir aquellos amplios consensos catalanistas que el secesionismo aventurero e irresponsable rompió. No se hará, como es lógico, alrededor de la idea de ampliar la base del independentismo, tal y como predican los fabricantes de tópicos secesionistas, sino recuperando los consensos transversales, en Cataluña y en España.»
Para qué sirve la independencia (El País, 25 de noviembre de 2019)