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“La práctica política catalana en el campo independentista ha resultado la continuación del pujolismo, aunque sea con otros medios y una cierta modificación del lenguaje. De hecho, el patriarca Pujol sigue siendo alguien venerado y continuamente homenajeado y acompañado, a pesar de los flagrantes delitos cometidos por él y por su extensa familia personal y política. Todo se les disculpa en nombre de un falso bien superior. De hecho, sin embargo, es él quien estableció las bases de un planteamiento nacional-populista que ha devenido hegemónico y que relegó cualquier otro posicionamiento político e ideológico, a la vez que creó un imaginario patriótico que ha servido de elemento propulsor de las estrategias radicalizadas que se imponen a partir de 2010.”

Jordi Pujol, todavía  (blog jburgaya.es)