Las dudas de la izquierda: conservar o luchar contra el liberalismo
Expertos y sindicalistas debaten sobre los retos del Estado del bienestar, con las amenazas al mundo del trabajo y la sostenibilidad de las pensiones
Un proyecto que ilusione. Es la palabra de moda, algo que promueva un esfuerzo colectivo. Es la reflexión de Camil Ros, secretario general de la UGT de Cataluña. “Necesitamos un proyecto en positivo, un modelo de sociedad, que ahora no tenemos”, sostiene en un debate sobre los retos del Estado de Bienestar en la IV escuela de verano organizada por Federalistes d’Esquerres y Economistas contra la crisis. El dilema es claro: o conservar lo obtenido, aunque poco a poco se vaya desmontando, o luchar en el terreno de las ideas contra el liberalismo para, a partir de lo que se acuerde, impulsar las políticas necesarias para obtenerlo.
Esa es la disyuntiva en la izquierda sindical, que admite que las condiciones económicas han cambiado mucho y que no se puede cerrar los ojos a realidades como el envejecimiento de la población y la sostenibilidad de las pensiones. Sin embargo, no todo debe responder a una política de parches, a ver cómo se resiste. Es lo que ha planteado el profesor y ensayista Josep Burgaya, profesor de la Facultad de Empresa y Comunicación de la Universitat de VIC: “Hay fuerzas que van en direcciones distintas, y se debe elegir, o Estado de bienestar universal o último recurso, que es el modelo que sigue el Reino Unido, por ejemplo”.
Debate ideológico o economicista
Es decir, existe un debate entre economistas, en el seno del mundo empresarial, entre los dirigentes políticos encuadrados en el lado del liberalismo, que lo explica todo en términos de sostenibilidad. Pero, ¿qué es antes, los números o el modelo que se desea? Lo que ha señalado Burgaya en el auditorio de la sede de la UGT, en Barcelona, en la Rambla Santa Mònica, es que en el Reino Unido se ha optado por ‘salvar’ a los más necesitados, y se plantea el Estado de Bienestar como “último recurso”, proponiendo un modelo basado en el individualismo.
Eso es una opción política, no económica. Es lo que apunta Burgaya. El debate, por tanto, es ideológico, y no tanto economicista, en función de lo que se pueda pagar o no.
El factor trabajo en crisis
En el debate ha participado también el secretario general de CCOO en Cataluña, Javier Pacheco, y la profesora de Ciencias Políticas de la UAB, Margarita León. Pacheco ha insistido en el “factor trabajo”, en la necesidad de crear empleo para que las redes asistenciales no se vean tan presionadas, para lograr más confianza en la sociedad. Pero ese factor trabajo está en crisis en un tiempo de globalización y de nuevas tecnologías que pueden dejar en un renuncio a Schumpeter y a su teoría de la destrucción creativa.
Es la tesis de Burgaya, que ha señalado que se corre el riesgo de organizar una sociedad donde el 70% de las personas sean accesorias, y que puedan quedar fuera del modelo productivo. ¿Entonces qué pasará? ¿Una renta mínima garantizada y universal?
Una renta garantizada
El debate, moderado por Manel Manchón, director adjunto de Crónica Global, medio que ha colaborado en las jornadas de Federalistes d’Esquerra, ha derivado hacia esa cuestión: ¿No es aceptar una derrota de antemano la apuesta por esa renta garantizada? Para Camil Ros, “en absoluto”, porque se deberá dar una respuesta a una parte de la sociedad, de la misma manera que existe un subsidio de empleo. Pero para Burgaya “sí lo es”, porque no se ha puesto en marcha un modelo que pueda combatir un sistema productivo que responde a un proyecto ideológico, en el que las rentas del capital tienen la palanca del poder.
En ese debate en el seno de la izquierda, la profesora Margarita León ha querido incidir en que el concepto “neoliberal” está muy gastado y en que no se debería entrar en una dialéctica entre izquierda y derecha. “Hay un problema entre clases medias y clases más desfavorecidas, y se debe atender problemas concretos, que existen, con políticas diseñadas para ellos”, ha señalado.
Clases medias contra desfavorecidas
Se refiere León a atender fenómenos graves, que quedan en un segundo plano al calor de esos debates más generales. “Las personas con más problemas en estos años han sido familias con menores a cargo, y ante eso se debe decidir: políticas generales y universales para la población infantil, relacionados con las prestaciones asistenciales, o más concretos para la infancia, centrados en la educación”. Es decir, abandonar los criterios basados en más gasto, más estado del bienestar en general, sin analizar cómo se gasta, en qué y cómo mejorar la eficacia de ese gasto.
Las jornadas también se han centrado en los efectos de la economía digital en el modelo productivo y en las relaciones laborales, con la participación de Ignacio Muro, profesor de la Universidad Carlos III; Oscar Molina, profesor de relaciones laborales de la UAB; Carlos del Barrio, de CCOO y José Antonio Posadas, de la UGT, en un debate moderado por la periodista Ariadna Trillas, de Alternativas Económicas.