«El mayor riesgo que podría correr el gobierno que salga de las urnas el día 28 de abril es equivocarse en su política europea, es decir, apartarse de las coordenadas que los dos grandes partidos europeos han construido en el último medio siglo y que han producido algo tan inédito y tan humanista como el Estado de bienestar.
No hemos llegado a este punto de un día para otro ni con la sola participación de los estados grandes. Ha sido un proceso de complicidades en el ámbito de una misma civilización pero con culturas, lenguas, historias y talantes muy diversos. El poder de persuasión de la Unión Europea es el de un club que exige a los demás que acaten las mismas normas que cumplen todos.»
Los que no quieren esta Europa (La Vanguardia, 20 de febrero de 2019)