«Según el tribunal, está fuera de lugar atribuir tal intención al Estado español como miembro de la comunidad de valores y del espacio legal común de la Unión Europea. Por si eso no fuera suficiente, el tribunal añadió que tenía “confianza ilimitada” en la capacidad de la justicia española para actuar según las reglas del derecho.
Ciertamente, esta confianza ilimitada casa mal con la farsa de Torra y, en general, con la línea argumental de equiparar a España con Turquía o con países incluso más tenebrosos.»
Entre la farsa y la tragedia (El País, 8 de noviembre de 2018)