«El término entrismo define la táctica de quienes ingresan en una organización política no para reforzarla sino para controlarla y reorientarla hacia objetivos distintos de los fundacionales. Su invención se atribuye a los trotskistas, que en la primera mitad del siglo XX la aplicaron infiltrándose en partidos socialdemócratas para intentar imponerles su línea. En España, en los sesenta, el PCE hizo entrismo en el sindicato vertical franquista hasta convertirlo en la incubadora de Comisiones Obreras. Y ahora el independentismo practica el entrismo de modo indiscriminado.»
Mejillones en lucha (La Vanguardia, 19 de agosto de 2018)