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«El Gobierno catalán lo ha intentado, pero no lo ha logrado porque, al igual que el escorpión de la fábula de Esopo, no puede revelarse contra su propia naturaleza. Su causa está por encima de todo, aunque defenderla le suponga daño.  Por ello, ha optado por hacer política el día reservado a la memoria de las víctimas. Y como casi todos a lo largo del último año, ha ignorado que el mejor de los homenajes es el cotidiano, contribuir cada cual desde su ámbito a perfeccionar las políticas que han fallado: la coordinación policial, la prevención de la radicalización islamista y el apoyo a las víctimas.»

Es su naturaleza (El Periódico, 17 de agosto de 2018)