¿Por qué no es posible actuar en Europa de manera conjunta, mucho más eficaz? Porque la idea de los Estados nacionales como garantes de la seguridad de sus ciudadanos tiene unas raíces muy profundas. Y porque aquellos políticos que quieren renacionalizar sus políticas o que temen que se les retrate como dirigentes débiles, convierten la seguridad física de sus ciudadanos en su primera seña de identidad. «Con la puerta cerrada y más expuestos que nunca» (El País, 27 de mayo de 2016)