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Entrevista de Sergio Fidalgo a Laura Freixas en Catalunya Press, 25 de enero de 2016.-

‘Genealogías cruzadas’ es la última iniciativa del Centro Libre de Arte y Cultura (CLAC): un ciclo de conferencias coordinado por la escritora Laura Freixas en el que participan, aparte de esta autora, Lluís María Todó, Justo Navarro y MercèIbarz. En el ecuador del proyecto su impulsora explica las claves de unas charlas que buscan «tender puentes» y facilitar la comunicación entre las dos principales comunidades culturales que conviven en Catalunya.

¿Cómo valora la labor de CLAC?

En estos momentos me parece muy necesario el dar una alternativa a la cultura monotemática y devolver a Catalunya el papel que ha tenido a lo largo de la historia de ser un lugar de intercambio y de diálogo entre culturas en distintas lenguas.

¿Se está perdiendo en Catalunya este dialogo?

Creo que está en peligro y no podemos confiar únicamente en los políticos y en las leyes para salvarlo, sino que es muy necesario que la sociedad civil, que somos todas y todos, actúe también en este sentido, de rescatar el diálogo y fomentarlo. Y este es el objetivo de ‘Genealogías cruzadas’.

¿En qué consiste ‘Genealogías cruzadas’?

Es un ciclo de cuatro conferencias, impartidas por dos escritoras y dos escritores, dos que escriben en catalán y dos que escriben en castellano, a quienes hemos pedido que hablen de un libro de narrativa que ha sido importante para ellos, escrito por un autor o autora de sexo e idioma distinto al propio. Queremos visibilizar las influencias mutuas, que han existido y existen, pero hay que fomentar. Además siempre se han producido más en un sentido que en otro, y queremos que sean más recíprocos.

En Catalunya parece que solo existe una ‘sociedad civil’, la que ha fomentado el “procés”. ¿Cómo cree que verá esta ‘sociedad civil’ iniciativas como la de ‘Genealogías cruzadas’?

Espero que asistan, ahora más que nunca hay que tender puentes, hay que conocernos, hablarnos y apreciarnos para no enfrentarnos.

¿Por qué han escogido a estos cuatro escritores?

Por su calidad literaria, por su curiosidad y por su trayectoria. También porque se han mostrado interesados en este diálogo y por su apertura mental hacia otros sectores de la cultura.

¿Han recibido respuestas negativas o silencios ante la propuesta de participar en este proyecto?

No, pero quizás porque nos hemos dirigido a quienes intuíamos que nos iban a recibir bien.

¿Es bueno en la Catalunya del 2016 el tener que dirigirse a unos escritores concretos para que les “reciban bien”?

Eso pasa siempre. Para un ciclo de, por ejemplo, conferencias feministas no me dirigiría a según qué escritores o escritoras. Lo que intentamos es terminar, o al menos suavizar, estos enfrentamientos, estos compartimentos estancos, y tender puentes.

¿Lo ve posible?

La prueba de que es posible es que lo estamos haciendo.

Por su parte queda claro. ¿Y por la otra?

No hay nada que esté definido de una vez por todas, la opinión pública cambia constantemente, la receptividad se moldea, se crea y se fomenta. La sociedad civil somos usted y yo, y de usted y yo depende, y de quienes nos leen o nos escuchan, que se tiendan esos puentes o no. Es una iniciativa que creo que representa muy bien el espíritu de CLAC.

Usted es una escritora catalana que vive en Madrid. ¿Cómo tiene esa sensibilidad para tender puentes, cuando otros colegas suyos en la misma situación se han mantenido más al margen?

Le voy a dar una respuesta muy personal, me he criado en una familia con una madre castellanohablante nacida en Ávila y un padre catalanohablante nacido en Barcelona. Durante los cincuenta y ocho años de su matrimonio dialogaron cada uno hablando en su lengua. Y yo viví en Francia e Inglaterra y me casé con un ciudadano francés. El uso de varias lenguas y el conocimiento de distintas culturas son consustanciales a mi vida y me parecen algo positivo y enriquecedor.

¿Catalunya será mestiza o no será?

Catalunya será mestiza o estará enfrentada. Lo que intento es huir de este dilema entre o desigualdad o enfrentamiento. A través de estas conferencias intento que no haya ni lo uno ni lo otro.

El diálogo como manera de garantizar la convivencia.

Es lo que busco, visibilizar el diálogo y contribuir a que este intercambio sea más igualitario.

¿No lo ha sido?

No, ha sido y es un intercambio desigual porque unos tienen mejores cartas. Y es una lástima para los que tienen mejores cartas porque se pierden el conocimiento del otro. Hay un prejuicio contra la literatura catalana, vasca o gallega que son vistas a priori como más ‘regionales’ que la literatura española, con menos calidad o menos universales. Pasa lo mismo con la literatura escrita por mujeres, que es vista a priori como menos universal,más particular (“de mujeres, para mujeres”) que la elaborada por hombres.