Opinión

Ni Carlos Floriano, ni Dolores de Cospedal, ni Antonio Sanz ni Fátima Báñez han sido destituidos de sus puestos por xenofobia perpetrada contra connacionales. Lo que en otras derechas europeas, más civilizadas, hubiera provocado una crisis política de notables dimensiones, aquí parece saldarse gratis. “Insidiosa antiEspaña” (El País, 14 de marzo de 2015)