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(Por Salva Redón) El federalismo como idea de futuro frente al nacionalismo que busca crear nuevos estados-nación- una idea del pasado- fue el tema que centró el acto que Federalistes d’Esquerres celebró el pasado 2 de mayo en Cunit. Intervinieron Francesc Trillas, profesor de Economía Aplicada de la UAB y vicepresidente de Federalistes d’Esquerres; y Diana Salvadó, profesora y miembro de Federalistes d’Esquerres en las Comarcas Tarragoninas. Presentó el acto Arantzazu Longares y moderó Alfons Ribas, miembro Fed.

Francesc Trillas comenzó su intervención reivindicando la tradición federalista en Cataluña, un posicionamiento que históricamente ha sido muy potente por mucho que ahora se le quiera silenciar, y que, poco a poco, vuelve a abrirse camino. Acto seguido, repasó los rasgos que identifican el federalismo con símiles muy comprensibles, como la convivencia de una comunidad de vecinos, con espacios de gestión exclusivos (viviendas como estados de una federación) y comunes (escalera, ascensor, fachada , etcétera, como competencias de la federación), en un entorno donde se comparte soberanía mucho más amplio (barrio, municipio, como entorno europeo o mundial).

“Así, el federalismo no es tanto un modelo de organización social y política como una herramienta para hacer posible esta organización, compatibilizando la integración de políticas territoriales, vías de financiación solidarias, y canales de cooperación institucional. Y esta herramienta es la que utilizan los europeístas convencidos para integrar la diversidad en un proyecto compartido. El escenario alternativo es el de la competencia entre países con políticas de repliegue nacional que, inevitablemente, tenderán a reunir a los grupos sociales detrás de banderas y no detrás de objetivos comunes. de hecho, la Unión Europea es un gran ejemplo de cómo estas políticas de corte federal pueden tener éxito a pesar de los obstáculos “, dijo.

Por último, Trillas rechazó el inmovilismo gubernamental y reflexionó sobre la viabilidad de una reforma constitucional en España para solucionar varios problemas, no sólo el territorial. Para él, sería deseable llegar a un gran acuerdo de talante federal que fuera sometido a referéndum, y se mostró seguro de que recibiría un apoyo mayoritario, pues “mucha gente es federalista sin darse cuenta”, dijo.

Por su parte, Diana Salvadó se remontó al pasado más reciente para analizar la situación presente y extraer conclusiones que nos sean verdaderamente útiles. “A menudo se habla del año 2010 y la sentencia del Estatuto como detonante de la desafección, pero no se puede obviar el peso de la crisis económica y los intentos de Convergencia, una vez volvió al poder el mismo año, para cargar las tintas contra los gobiernos precedentes y desviar la atención ante los problemas reales de la sociedad. el independentismo, pues, no sólo no sirve para resolver los problemas, sino que los tapa”, señaló.

Para Diana, como profesora, la experiencia de la mediación sería aplicable a la resolución de conflictos entre varias partes. Es decir, el diálogo, la voluntad de llegar a acuerdos por todas las partes, sería la fórmula más razonable para cerrar el conflicto territorial, pues un referéndum que significara el triunfo de una parte de la sociedad y la sumisión de una otra, con un país fragmentado en dos mitades, no sólo no sería resolutivo, sino más bien un medio de agravar el estado de cosas.